que algún día terminará,
dejando al mundo dormido
en su triste oscuridad.
Pero después de despertar
todos de aquel sueño tan profundo,
todo será más hermoso,
porque empezará un nuevo mundo.
Dios que reina en el cielo
un nuevo hogar le dará
a todo aquel que en la tierra
sus mandamientos sepa guardar
y viviremos por siempre
con inmensa felicidad.
María Cabral
Cuando menos lo esperaba,
Pero cuando más lo necesitaba.
Cambió mi tristeza por alegría
Y a mi soledad le dio compañía.
Mi sonrisa apagada se iluminó junto a él,
Su amor me eleva, me impulsa
y me da energía
para seguir viviendo cada día.
Hoy puedo escuchar el canto dulce de las flores,
Me olvido del tiempo,
de los prejuicios y de mis temores.
Gracias a su amor hoy todo es pasión
y gran ilusión,
Me da su calor y sin condición
Llena de gozo mi corazón.
María Cabral
Sublevación esparcida entre sollozos
Turbulencia en el camino
Sentimientos eclipsados que batallan
Con la fuerza indócil de un corazón.
Abrazada al viento apacible
Acaricio el rostro simulado del silencio
Mientras beso las manos al tiempo
Persiguiendo las huellas de la ilusión.
Rivalidad constante con lo impreciso
Escudriño la armonía con la razón
Impugnando las promesas del destino
Eludiendo el naufragio en los mares del amor.
Voz en el silencio, danza en soledad
Amor mezclado a la obstinación
Desierto que sueña caiga la lluvia
Pero rogando al sol nunca apague su luz.
María Cabral
Por el instante que permitió mi existencia,
Por los padres que me diste, por la familia,
por todo lo que has hecho y lo que harás.
Gracias por la risa, por el llanto,
por el corazón que late y siente las emociones
que alimentan mi vida.
Por cada despertar en el que puedo contemplar
las grandezas de la creación,
por todo tu amor incondicional, por ser mi señor.
Gracias por ser mi guía, la roca firme que me sujeta
Sin dejarme caer en el vacío.
Por tus promesas, por ser mí esperanza,
por tu fidelidad.
Gracias por ser compasivo y calmar mis penas,
dándome fuerzas cada día en los momentos difíciles.
Gracias por lo que me has dado y lo que darás
Por todo señor, gracias.
María Cabral
Cargando la esencia
De cada momento.
Y en su retroceso
Hace maravillas
Trayendo recuerdos
Que te dan la vida.
Viajero sin rumbo
No tiene fronteras
Sin cargar maletas
Transporta quimeras.
María Cabral
De ver el camino,
Por donde te fuiste
Y jamás volviste.
Triste está mi alma,
Mi sueño se ha ido
Y pienso que ya
Me echaste al olvido.
Tu ausencia me agota,
Me quita el aliento,
Aunque no sé cuanto
Esperaré en silencio.
Esperaré en silencio.
Dulce es el momento
Mientras te recuerdo,
Cuando a mi cuerpo
Llenabas de besos.
Por si un día regresas
A tocar mi puerta,
Cultivaré rosas
Y entre otras cosas…
Recogeré estrellas
Caídas del cielo,
Las pondré en mi puerta
Para que te indiquen
Cuál es tu sendero.
María Cabral
Eres dulzura, paciencia y ternura,
amor dedicado que da lo que tiene
sin esperar nada a cambio.
Eres una flor, pero sin espinas
que desprende aromas desconocidas.
Tu labor en el mundo
da continuidad a la obra de Dios
al permitir nacer
de tí un nuevo ser.
Eres cuidadosa, la mejor maestra,
pues con tu amor, logras dedicarte y
transformar lo rústico en obra de arte.
Siempre luchadora e incansable,
Madrugas con deseos de mimar temprano
A lo más preciado,
Tus hijos dorados.
María Cabral
con alegría
y con esperanza
de volar más alto cada día.
Sueños y anhelos
alberga tu pecho,
Quieres llegar lejos
y ser como águila
en el firmamento.
Pero vuelas sola,
las demás se han ido,
por rumbos distintos
y desconocidos.
Mientras tú, sin nido,
sin espacio fijo,
Vuelas sin aliento
y sin un suspiro.
Te sientes cansada,
tus fuerzas se agotan,
Tus días se acortan
y sólo en tu alma
Quedaron tus sueños,
con las alas rotas.
Ave sin nido,
¿qué te ha vencido?
Se expira tu aliento
sola y sin amigos
Que te den abrigo.
Ave sin nido,
se cierran tus ojos
Pensando quizás,
era tu destino.
María Cabral
Por eso sonríe con ganas cuando toca
Para saber llorar cuando hay tristeza.
La vida es una caja de sorpresas,
A veces buenas y a veces malas,
Pero no importa sólo hay que estar preparado
Para una de ellas.
Siempre mantén presente que nunca es más oscura la noche
Que cuando va a amanecer;
Luego de la tempestad siempre llega la calma;
Por triste que sea el momento, siempre asomará un
Rayito de aliento.
Vivir a plenitud es saber equilibrar las emociones,
O al menos tratar de hacerlo.
María Cabral
Profunda tristeza
Vacío en el alma
Llanto inagotable
Espina clavada
Mientras hilos de sangre
Me cubren el alma.
Cruel es el destino
Que amedrenta
Mi existencia
Robas lo más amado
Quitando de mí presencia
A quien tanto he deseado.
Pudo ser muy hermoso
De no haberse detenido
El latir de tu corazón
Junto a todos tus sentidos.
Espero, si hay otra vida
Se unan nuestros caminos
Que sea yo quien te de abrigo
Y así hacer realidad
Lo que ahora no pudimos.