María Cabral
















   Llegó de manera silente, sin palabras,
Cuando menos lo esperaba,
Pero cuando más lo necesitaba.
Cambió mi tristeza por alegría
Y a mi soledad le dio compañía.

Mi sonrisa apagada se iluminó junto a él,   
Su amor me eleva, me impulsa
y me da energía
para  seguir viviendo cada día.

Hoy puedo escuchar el canto dulce de las flores,
Me olvido del tiempo,
de los prejuicios  y de mis temores.

Gracias a su amor hoy todo es pasión
y gran ilusión,
Me da  su calor y sin condición
Llena  de gozo mi corazón.
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